La psicología deportiva es un campo en constante crecimiento en donde la mente y el cuerpo forman parte de un todo unificado. Esta área de la psicología desarrolla herramientas para deportistas que les acompañan a lo largo de su carrera y de su vida.
En las terapias psicológicas se trabajan aspectos clave como, concentración, motivación, autoconfianza, autoestima, estrés, presión, frustración, toma de decisiones, miedo, acompañamiento en momentos críticos, lesiones, habilidades sociales y diferentes situaciones del día a día en la vida de la persona.
La combinación de técnicas cognitivas y conductuales con otras terapias psicológicas de tercera generación permite a la persona ir superando los desafíos que se le presenten para mejorar su situación deportiva y personal.
El psicólogo deportivo es un profesional que acompaña a los deportistas y les ayuda a superar barreras mentales y emocionales. Si te encuentras en alguna de estas situaciones, es un buen momento para buscar ayuda.
Bloqueos mentales: pensamientos negativos que te llevan a dudar y perder la confianza en ti mismo y con ellos a no rendir de formar eficaz. Un psicólogo deportivo puede ayudarte a desarrollar estrategias para superar estos bloqueos mentales.
Lesiones recurrentes: Las lesiones pueden tener un impacto significativo en el bienestar mental de un atleta. Si te encuentras lidiando con lesiones recurrentes o tienes miedo de volver a lesionarte, un psicólogo deportivo puede ayudarte a manejar tus emociones y recuperar la confianza.
Ansiedad precompetitiva: La ansiedad antes de una competición es algo común, pero cuando esta ansiedad se convierte en abrumadora y afecta tu capacidad para rendir al máximo, puede ser útil buscar la orientación de un psicólogo deportivo.
Problemas de concentración: La concentración es fundamental para el rendimiento deportivo, pero a veces puede verse afectada por distracciones externas o preocupaciones internas. Un psicólogo deportivo puede enseñarte técnicas para mejorar tu enfoque y atención en el momento presente.
Problemas de motivación: Si has perdido la motivación para entrenar o competir, un psicólogo deportivo puede ayudarte a redescubrir tu pasión por tu deporte y establecer metas realistas y alcanzables.
Recuerda, no necesitas esperar a que surjan problemas significativos para buscar la ayuda de un psicólogo deportivo. Incluso si te encuentras en un buen momento en tu carrera deportiva, trabajar con un psicólogo puede ayudarte a desarrollar habilidades mentales y emocionales que te ayudarán a alcanzar tu máximo potencial.
¡No dudes en dar el paso hacia un mejor rendimiento y mayor bienestar emocional con la ayuda de un psicólogo deportivo hoy mismo!
Un buena planificación deportiva es fundamental para alcanzar los objetivos esperados.
Primero, hacer una evaluación en el punto de partida, ¿Cómo estoy?, ¿Cuál es mi estado físico actual?, ¿Qué tiempo puedo invertir a mi practica?. Es importante tener en cuenta todos los factores, ya que van a repercutir en los entrenos.
Segundo, marcar un objetivo especifico o varios de forma realista. Se evalúan las circustancias, ayudas, tiempo, estado físico, contrincantes. Los objetivos marcados serán a corto plazo, medio plazo y largo plazo, esto mantendrá la motivación y hará que se pase de un objetivo a otro con capacidades ya adquiridas.
Tercero, diseñamos un plan de entrenamiento con la ayuda de nuestro entrenador. Este plan debe incluir: ejercicios de fuerza, de resistencia, técnicos, tácticos, descansos y ejercicios que mejoren mis fortalezas mentales. Todos ellos planificados en función del ciclo temporal en que se encuentre el deportista (macrociclo, mesociclo y microciclo)
Cuarto, regular los entrenos, se llevara a cabo una monitorización de los estados del deportista y se irán ajustando los entrenos en función de las necesidades. Importante, marcar unos tiempos para ir haciendo estas autovaloraciones.
Quinto, tener un plan de nutrición adecuado marcado por un profesional, así se aumenta la energía, se mejoran habilidades metacognitivas ( concentración, planificación...) y se recuperan las fuerzas de forma saludable. La alimentación es una área básica a tener en cuenta.
Cada persona tienen sus propias necesidades individuales, por ello, una planificación como esta se tiene que hacer con la compañía de profesionales adecuados que guíen al deportista.
El surf es un deporte que cuenta con grandes beneficios para la salud mental y física, proporcionado una técnica adecuada en un proceso terapéutico.
El contacto con el mar genera un efecto calmante que ayuda a liberar la tensión acumulada y reduce los niveles de cortisol (hormona generadora de estrés)
El mar aumenta la concentración lo que conlleva gestión de estados de ansiedad al focalizar la atención en el momento presente (Atención plena)
En la practica deportiva se liberan neurotransmisores como la serotonina, que promueven la sensación de bienestar y ayuda a combatir la depresión.
La progresión en el surf es lenta, debido a su dificultad y por ello cada pequeño avance dentro de la practica te llevara aumentar la sensación de seguridad y confianza en ti mismo.
La conexión con otras personas dentro como fuera de la mar aumenta el sentido de pertenecía y ayuda a reducir los sentimientos de soledad y aislamiento, fomentando un sentido de comunidad. Compartir experiencias enriquece y genera lazos significativos.
El surf fortalece el sistema inmunológico, la exposición al frio mejora el sistema circulatorio, reduce la inflamación y el dolor y aumenta la producción de glóbulos blancos que ayudan a combatir infecciones. Al mismo tiempo la exposición a la vitamina D se asocia con una buena salud ósea, con la reducción de enfermedades cardiovasculares y una menor incidencia a la depresión.
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